- Cuando el paciente vuelve a planta, se vuelve a realizar una toma de constantes (Temperatura, tensión arterial, FC, glucemia...) revisando las vías que lleve, los fluidos, heridas, drenajes (con vacío o sin ellos), sondas, etc.
- Se retiraría el gorro (si fuera necesario) del paciente puesto durante la intervención para evitar la caída de cabello a la incisión.
- Si tiene frío a causa de las bajas temperaturas del quirófano se le pondría una manta o algo similar.
- Revisar apósitos si se ven con sangre o no.
- Manejo del dolor es decir, administrar analgésicos.
- Revisar la diuresis para saber si la anestesia está siendo eliminada y así tener en cuenta cuando poder administrar comida.
- También es importante que tos o expectore eliminando fluidos que pueden haberse quedado durante la intervención, los cuales si no son eliminados pueden dar lugar a neumonías entre otras patologías pulmonares. Para este proceso hay que indicarle que debe de hacerlo con los brazos cruzados, abrazándose para no someter las suturas que cierran la herida.
- Es preciso tener una buena alimentación para acelerar la cicatrización y evitar infecciones.
- Debe deambular lo antes posible para favorecer la circulación.
- Curar la herida a diario.
- Debe dormir de decúbito supino evitando la forma lateral para la cicatrización adecuada del esternón.
- Aconsejable tener la cama en posición semi-fowler (45º) para tener una mejor oxigenoterapia si fuera necesario.
- Administrar la medicación habitual que llevaba el paciente habitual (Ácido acetilsalicílico, simvastatina, alopurinol...).
Más adelante se retirarían los puntos o grapas dadas siendo el tiempo único en cada persona dependiendo de factores, genética, patologías asociadas...
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